3.Víctimas contra su voluntad y peones de los conflictos armados, los civiles —todos los civiles—, refugiados y repatriados, niños, niñas, hombres y mujeres, jóvenes y menos jóvenes, todos ellos tienen derecho a nuestra protección: la protección de nuestros Estados, la de nuestros pueblos y la de las organizaciones subregionales, regionales e internacionales.