Si bien las minorías étnicas exhiben hábitos más saludables en materia de nutrición, tabaquismo y consumo de alcohol, ocurre exactamente lo contrario en relación con el consumo de drogas y la participación en actividades deportivas.
En general, Hipócrates pensaba que para tener buena salud había que alimentarse correctamente y buscar un equilibrio entre la comida, la bebida y el ejercicio físico.
Por eso, otra de las formas que nosotros tenemos de cuidar un poquito esa identidad y modelarla es, por ejemplo, haciendo ejercicio físico, algo que involucre cambios en mi dinámica cardíaca.
Y cuando a la gente le preguntan por qué no realiza actividad física, la mayoría dice que no tiene tiempo o que no tiene interés o motivación, que es prácticamente lo mismo.
Por eso, todas las actividades que lleven a producir más de estas frecuencias, como son la meditación, como son las buenas respiraciones, como es el ejercicio físico, vienen a mejorar nuestro cerebro.
Y así, yo seguí dando vueltas por el mundo de los gimnasios con una idea, tal vez sencilla, pero que era, que más gente realizara actividad física, ese era mi objetivo más importante.
Su uso es muy simple, ya que se trata de una pequeña inyección bajo la piel una vez a la semana, y eso sí, se receta siempre como un complemento a una dieta saludable y al ejercicio físico.
Pues eso, que nuestros padres con 35 años, a lo mejor hacían algo de deporte, pero que ni eran conscientes de la importancia del ejercicio físico o no se hablaba tanto de cómo cuidarse la alimentación, el ejercicio físico.