En la mayor parte de los casos, los atacantes llevaban uniformes, parecidos a los uniformes militares, y también gorras militares o turbantes, y montaban a caballo o camello.
Muchos sugirieron la utilización de brazaletes o gorras diferentes, y distintivos diferentes en los vehículos de los UNMO como un medio eficaz para identificarlos y distinguirlos de los contingentes armados.
Todas las miradas se centraron de inmediato en Wu, quien en ese momento observaba, con la parsimonia de siempre, el emblema de la fuerza espacial de su gorra, que estaba encima de la mesa.
Amanecía en la desaforada llanura; Cruz arrojó por tierra el quepis, gritó que no iba a consentir el delito de que se matara a un valiente y se puso a pelear contra los soldados, junto al desertor Martín Fierro.