Algunas de las iniciativas experimentales que actualmente reciben apoyo comprenden proyectos en los sectores de la minería, los hidrocarburos y el ecoturismo.
Esos efectos pueden ser particularmente persistentes en las latitudes superiores, donde las bajas temperaturas impiden la descomposición microbiológica de los hidrocarburos tóxicos.
Entre otros ejemplos cabe citar los mercados del óxido de nitrógeno, créditos por la regeneración de zonas pantanosas, partículas y compuestos volcánicos volátiles.
Aunque las repercusiones de los naufragios están poco estudiadas, pueden provocar una reducción de los hábitats y liberar hidrocarburos de petróleo y otros contaminantes.
Las tecnologías modernas, como las técnicas moleculares, han abierto amplios ámbitos de investigación para la extracción de compuestos biomédicos, incluso de los océanos y mares.
El sistema de sensores, que funciona con programas informáticos de gestión de riesgos, estaba reduciendo el riesgo de contaminación ambiental debida a derrames de hidrocarburos.
Deseamos reiterar el llamamiento para que se adopten medidas urgentes encaminadas a poner coto a las emisiones de clorofluorocarbonos que, según los expertos, han llegado a niveles peligrosos.
La mayoría de los inventos tienen que ver con las características genómicas de las especies de los fondos marinos, el aislamiento de compuestos activos y los métodos de secuenciación.
Esos migrantes hacen una importante contribución al transporte rápido de carbono de las capas superficiales a las profundidades, aunque secundaria en relación con el hundimiento de la producción de la superficie.
Algunos lugares como la Riviera Maya y Hawái con protección de sus ecosistemas restringen algunos compuestos presentes habitualmente en los protectores solares.
Oro para representar su naturaleza real; incienso para representar su naturaleza divina; mirra, el compuesto para embalsamar los muertos, representa su mortalidad, su parte humana.
El tabaco tanto los cigarrillos como los puros, la picadura, contiene más de 7000 compuestos, de los cuales 250 son tóxicos conocidos y 70 son cancerígenos.
Según la Escuela de Salud Pública de Harvard, comer demasiados carbohidratos hace que el azúcar en sangre suba, creando un subidón de energía a corto plazo.
Luego, las plantas consumen estos carbohidratos en un proceso inverso llamado respiración, convirtiéndolos en energía y liberando dióxido de carbono de vuelta a la atmósfera.
Esta industria sabe muy bien que a nuestro cerebro le encantan los lípidos y los carbohidratos y ha descubierto que a casi todo le puede añadir estos ingredientes.