En los roedores, este aislamiento social produjo una reducción del volumen del hipocampo, una región del cerebro fundamental para el aprendizaje y la memoria.
Pero esta acumulación de alimentos atrajo hordas de roedores, como así también a su predador: 'Felis silvestris lybica', el gato salvaje oriundo de África del Norte y del sudoeste asiático.