2.La experiencia sugiere que los efectos de los desastres, incluidos los desastres relacionados con el agua como las riadas y las sequías, pueden mitigarse reduciendo la vulnerabilidad, haciendo evaluaciones de riesgos, mejorando los sistemas de gestión de desastres, incluso mediante mecanismos de colaboración regional, estableciendo sistemas de alerta temprana, creando mayor conciencia y utilizando los conocimientos tradicionales y autóctonos.