3.Cuando un gran número de jóvenes queda fuera del mercado de trabajo es probable que surjan sentimientos de insatisfacción y agravio que pueden convertirse en un caldo de cultivo propicio para posibles rebeldes, terroristas o insurgentes.
4.En otras palabras, dado que la aplicación de la ley a sospechosos de haber cometido un delito, a alborotadores o terroristas puede obligar a que la policía u otros cuerpos de seguridad hagan un uso legítimo de la fuerza e incluso de armas que pueden causar la muerte, sólo podrá considerarse trato o pena crueles o inhumanos si la fuerza empleada es desproporcionada en relación con los fines que se pretende lograr y causa dolores o sufrimientos que lleguen a determinado nivel.