Las misiones también habían emprendido medidas disciplinarias, como la retirada del permiso de conducción por infracciones frecuentes o graves y la reclamación del pago por daños resultantes de casos de conducción negligente.
Lo que os ruego es que no me reprehendáis mi mal término y mi mucho descuido; pues la misma ocasión y fuerza que me movió para acetaros por mía, esa misma me impelió para procurar no ser vuestro.