1.La renovación del agua de lastre es el único método utilizado actualmente para reducir al mínimo el traslado de organismos acuáticos perjudiciales y de patógenos por ese medio.
2.Se exige que los buques renueven el agua a más de 200 millas marinas de la costa más cercana, en aguas de, como mínimo, 200 metros de profundidad o, si ello no es posible, como mínimo a 50 millas marinas de la costa y en aguas de, como mínimo, 200 metros de profundidad, conforme a lo dispuesto en las directrices elaboradas por la OMI.