Hemos proporcionado asistencia para luchar contra las enfermedades epidémicas y para superar las consecuencias de catástrofes naturales como las inundaciones, las sequías y las plagas de langostas y de otro tipo.
La FAO se vio posteriormente obligada a pedir 100 millones de dólares para contener unos enjambres de proporciones epidémicas, mientras que con 9 millones de dólares se habría podido atajar la plaga en sus inicios.