En cambio, otros sectores presentan tendencias preocupantes, en particular la producción ilícita de opio y estimulantes de tipo anfetamínico, que vuelven a aumentar.
En las aldeas afectadas, los ingresos que anteriormente provenían de un cultivo comercial importante —el opio— deben reemplazarse con fuentes alternativas de ingresos.
Hay que encontrar medios de subsistencia substitutivos del cultivo del opio y al mismo tiempo debe haber una reducción de la demanda en los países consumidores.
La situación de la seguridad en el Afganistán y la amenaza que la producción de opio y el narcotráfico plantean siguen siendo motivo de gran preocupación.
En cuanto a la disminución del cultivo del opio, ha existido voluntad política de parte de Myanmar de alcanzar ese objetivo, en colaboración con la comunidad internacional.
Aun así, cuando se publique el estudio anual sobre el opio en septiembre, probablemente los datos muestren una inversión en la tendencia respecto de los últimos años.
En respuesta a la necesidad de combatir la producción de opio en el Afganistán, hace poco aportamos 500.000 dólares al fondo fiduciario para la lucha contra los estupefacientes.
Antes de examinar el panorama más general, permítaseme en primer lugar informar al Consejo sobre las últimas tendencias que se registraron en el cultivo del opio este año.
De hecho, este año, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito ha observado en algunas provincias un aumento considerable del cultivo de la adormidera.
Sin embargo, pese a los intentos por solucionarlo, el Afganistán sigue siendo el mayor productor de opio del mundo, con una producción de aproximadamente el 87% del suministro total mundial.
No cabe duda de que estamos asistiendo a una corrección en la bolsa de valores en momentos en que existen abundantes existencias y una reducción en los precios del opio.
Los caudillos de la guerra, los jefes provinciales ineptos y los oficiales corruptos hacen que la industria del opio del Afganistán sea más flexible y esté mejor preparada para evadir controles.
América Vicuña, presa de una depresión mortal por haber sido reprobada en los exámenes finales, se había bebido un frasco de láudano que se robó en la enfermería del colegio.