Estamos acostumbrados a pensar que “na” es una abreviación de “not available” (“no disponible”), y por ese motivo preferiríamos que se utilizara algún otro código para indicar “no pertinente”.
Había cogido un catarro por andar por el arroyo la noche anterior, pero nada excepto una neumonía podría reducir su interés por la cocina aquella maña- na.
Después de esto, me rogó encarecidamente y del modo más afectuoso posible, que no actuara como un niño, que no me precipitara a las miserias de las que la na turaleza y el estado en el que había nacido me eximían.