Los médicos de la época recomendaban aspirina (en dosis que ahora se considerían contraproducentes), quinina, preparados con arsénico, con aceite de alcanfor o aceite de ricino.
Tenemos un doble de posibilidades de tener efectos alérgicos a algún tipo de medicamento, como los antihistamínicos, los antibióticos, el hierro e incluso la aspirina.