Lo primero que he hecho ha sido batir el huevo, Y ahora le voy a añadir la leche, el azúcar, la sal, por último la canela y lo voy a mezclar todo bien.
En el mercado de la Merced se encontraba un puesto que vendía remedio para la cruda, que era un té de canela, naranja y piquete, es decir, una pequeña cantidad de aguardiente.
Nos gusta no tanto por sus cafés, que no nos parecen gran cosa, sino porque es muy bonito y agradable, y porque tiene unos bizcochos espectaculares, especialmente el de jengibre y canela.