Entre las mediciones antropométricas figuraron la medición de la altura, el peso, la cintura y las caderas y se utilizaron los pesos recomendados del índice de masa corporal para determinar la condición de las personas.
Las contemplamos rezagadas mientras avanzaban de espaldas como una bandada de cuervos, con sus velos negros cayéndoles hasta la cintura; medio manto, los llamaban.
Pero al caer la tarde, y como las fieras que empiezan a esa hora a afilar las uñas, el celo de varón comenzó a relajarle la cintura en lasos escalofríos.