Pero había una cuestión que lo tenía un tanto cohibido, a saber, que un hombre que fuera estúpido o inepto para su cargo no podría ver lo que estaban tejiendo.
Me sentía cohibida por la sociedad, de no poder ser yo en realidad y la universidad ya me estaba poniendo como muchas trabas en cuanto a mi vestimenta, en cuanto a mi apariencia.
Saglot se queda un poco cohibida porque le parece muy humillante, pero Otilí le dice que ella solo quería recordar el tiempo en que no llegaba más arriba de sus rodillas y ya estaba segura de su cariño.