El Secretario General de la ONU condenó categóricamente el atentado perpetrado este domingo en una iglesia de Kasindi, en la provincia congoleña de Kivu del Norte.
La Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo facilitó evacuación médica a los heridos, en coordinación con las autoridades congoleñas.
António Guterres destacó la necesidad de que los autores de este ataque rindan cuentas y constató que el Servicio de las Naciones Unidas de Actividades Relativas a las Minas apoya a las autoridades congoleñas en la investigación sobre las causas del incidente.