Estamos convencidos de que, bajo la dirección de este sagaz diplomático sueco, las deliberaciones de esta histórica reunión se verán coronadas por el éxito.
Para concluir, quisiera expresar el compromiso constante de mi Gobierno con la reforma y su esperanza de que la cumbre de septiembre se vea coronada por el éxito.
El Sr. SINOKROT (Observador de Palestina) señala que, durante los cinco años últimos, el Ministerio de Industria ha coronado con éxito la primera fase del programa integrado de la ONUDI.
Nuestra tarea colectiva será coronada por el éxito cuando avancemos en la erradicación de las causas de la inestabilidad política y la violencia y Haití pueda sostenerse por sus propios medios.
Si queremos que nuestro empeño en construir un mundo más saludable, pacífico y equitativo se vea coronado por el éxito, las aulas del mundo deben estar llenas de niñas y de niños.
Deseo que nuestra labor se vea coronada por el éxito, y estoy convencido de que arrojará un resultado muy positivo para todos nosotros, para nuestros respectivos pueblos y para todas las generaciones futuras.
Insistimos en el fin del terror y el desmantelamiento de su infraestructura, con miras a la seguridad de nuestros ciudadanos y para que nuestros esfuerzos de paz puedan verse coronados por el éxito.
Ella le recuerda su diferencia de clase social, y ello le da pie para meter con calzador tres sólidos y encendidos argumentos sobre los no coronados soberanos de América.
En el puente del Mont Blanc estaban quitando a toda prisa las banderas de la Confederación enloquecidas por la ventolera, y el surtidor esbelto coronado de espuma se apagó antes de tiempo.
Tenía la cabeza sobre una almohada de brocado, coronada con una guirnalda de diversas y odoríferas flores tejida, las manos cruzadas sobre el pecho, y, entre ellas, un ramo de amarilla y vencedora palma.
Ya en este tiempo estaban el Duque y la Duquesa puestos en una galería que caía sobre la estacada, toda la cual estaba coronada de infinita gente, que esperaba ver el riguroso trance nunca visto.
Ahora no podía ver el verdor de la costa; sólo las cimas de las verdes colinas que asomaban blancas como si estuvieran coronadas de nieve y las nubes parecían altas montañas de nieve sobre ellas.