Junto a una gran argolla de hierro empotrada en el muro, con la cual estaba encadenado, se veía un largo esqueleto, extendido cuan largo era sobre las losas.
Y básicamente consistía en que yo podía ir quitando y ordenando los huesos de un esqueleto y me daba los nombres, me podía decir para qué servían y cosas importantes.
Hay muchos pescadores alrededor del bote mirando lo que hay atado a su costado y uno está en el agua con los pantalones arremangados midiendo el esqueleto con un sedal.