Mantuvimos varias reuniones de análisis acerca de lo que podíamos sacar en limpio de la fábula del Queso y como podíamos aplicarla a nuestra propia situación.
Algunos marineros que oyeron el llanto a distancia perdieron la certeza del rumbo, y se supo de uno que se hizo amarrar al palo mayor, recordando antiguas fábulas de sirenas.
A la edad de seis años manifestó su interés por ser escritor y escribió una fábula inspirada en un fragmento de Don Quijote de la Mancha, la cual tituló La Vísera Fatal.
Observó que para un hombre así facultado el acto de viajar era inútil; nuestro siglo XX había transformado la fábula de Mahoma y de la montaña; las montañas, ahora, convergían sobre el moderno Mahoma.