El pueblo contaba con servicio de electricidad desde hacía aproximadamente un año (10 años después de la llegada de los primeros pobladores) y estaba subvencionado, por lo que costaba 14 drams por kilovatio.
Se estimó que la energía consumida a bordo de un vehículo espacial era del orden de 0,02 a 150 kilovatios, dependiendo del tipo de vehículo espacial y de la misión de que se tratara.
La administración indicó que 32.300 millones de kilovatios hora de energía eólica fueron desperdiciados, un incremento de 14.800 millones de kilovatios hora con respecto al año previo.