Cabe señalar aquí que, en caso de separación, los árbitros tienen autoridad ilimitada para evaluar el maltrato, puesto que su decisión no necesita estar fundamentada.
Las obligadas a prostituirse corren un elevado riesgo de maltrato físico y mental y de contraer enfermedades de transmisión sexual, además de comprometer, como es lógico, su futuro.
Israel continúa con la detención y encarcelamiento ilegal en sus prisiones de miles de palestinos, muchos de los cuales fueron duramente hostigados, sometidos a maltratos físicos e incluso torturados.