Las autoridades han desalojado a los vecinos ubicados en un radio de casi un kilómetro, porque el humo podía provocar problemas respiratorios y mareos.
No temía a los puntos negros. Eran normales a la tensión a que estaba tirando del sedal. Dos veces, sin embargo, había sentido vahídos y mareos, y eso le preocupaba.