No obstante, algunas delegaciones consideraron que la oración “sin perjuicio” parecía equiparar la protección diplomática con otras medidas o procedimientos recogidos en derecho internacional.
Hoy, nuestra civilización global enfrenta una nueva y terrible amenaza: los terroristas internacionales que han recogido la antorcha de los carniceros de la SS.
Es un uso que incluso está recogido en el" Diccionario de la lengua española" , que da como cuarta acepción de " americano, americana" 'estadounidense'.
Wibisono afirmó que los casos de uso excesivo de la violencia por las fuerzas israelíes contra los palestinos siguen siendo reportados y algunos han sido recogidos en videos.
Y por último, el último verbo es, cuando ya hemos aterrizado en nuestro lugar de destino, hemos recogido el equipaje facturado, y vamos a un lugar donde previamente hemos reservado, y alquilado.
Recogidas, pues, las damas en su estancia, y los demás acomodándose como menos mal pudieron, don Quijote se salió fuera de la venta a hacer la centinela del castillo, como lo había prometido.
Marilla era una mujer alta y delgada, angulosa y sin curvas; su cabello oscuro dejaba entrever algunas hebras grises y siempre estaba recogido en un pequeño moño con dos horquillas agresivamente clavadas.
16 También la fiesta de la siega, los primeros frutos de tus labores que hubieres sembrado en el campo; y la fiesta de la cosecha á la salida del año, cuando habrás recogido tus labores del campo.
El hallazgo, recogido en un informe elaborado en colaboración con la Universidad de Columbia, evidencia que este tipo de litigación se está convirtiendo en una parte esencial para garantizar la acción y la justicia climáticas.
18 Y medíanlo por gomer, y no sobraba al que había recogido mucho, ni faltaba al que había recogido poco: cada uno recogió conforme á lo que había de comer.
19 Envía, pues, á recoger tu ganado, y todo lo que tienes en el campo; porque todo hombre ó animal que se hallare en el campo, y no fuere recogido á casa, el granizo descenderá sobre él, y morirá.
Nébel entró con la madre, y vio a su amor adorado en la cama, el rostro con esa frescura sin polvos que dan únicamente los 14 años, y el cuerpo recogido bajo las ropas que disimulaban notablemente su plena juventud.
Llegáronle a los ojos dos o tres lanternas, a cuyas luces descubrieron un rostro de una mujer, al parecer, de diez y seis o pocos más años, recogidos los cabellos con una redecilla de oro y seda verde, hermosa como mil perlas.