Debido a la relación entre la colonización y las culturas nativas y combinado con el poder de la publicidad, el chocolate mantiene un aura de algo sensual, tentador, y prohibido.
Un Sant Jordi llenó coreó a pleno pulmón grandes himnos Y vimos a una Madonna sensual, rompedora, recreando sus looks más emblemáticos encima del escenario más grande de todas sus giras.