Señor presidente —dijo Hines—, el plan que el vallado Rey Díaz presentó ayer se caracteriza por un solo hecho: el de poseer la burda simpleza de un soldado.
Antes, con risa en la ocasión funesta, descubre que el fin mío fue tu fiesta; mas gran simpleza es avisarte desto, pues sé que está tu gloria conocida en que mi vida llegue al fin tan presto.