Según estimaciones, el 15% de la población de la Federación de Bosnia y Herzegovina sufrieron traumas psicológicos, especialmente trastornos de estrés postraumáticos.
Transcurrido un mes desde el devastador terremoto y tsunami, los residentes de la provincia indonesia de Aceh seguían sufriendo los efectos del trauma.
Muchas de ellas habían sido violadas durante el conflicto y, dado el trauma de su vida, resultaba muy delicado insistir en que proporcionaran detalles.
Proceder así menoscaba la justicia en el trato puesto que se puede disminuir el acceso a asistencia jurídica o los servicios de intérpretes y agravar los traumas.
En Kosovo, el trauma creado por la represión del pasado y por la violencia interétnica que afectó a la región durante tanto tiempo todavía no se ha superado.
A raíz del accidente, cientos de miles de personas fueron desplazadas de sus aldeas y pueblos y millones más sufrieron traumas psicológicos ocasionados por el temor constante por su salud.
Según Kuwait, el objeto del estudio epidemiológico consistirá en primer lugar en someter a prueba la hipótesis de que el estrés inducido por un trauma tiene consecuencias tanto psicológicas como físicas.
Las mujeres refugiadas que han sido víctimas de torturas y traumas sufren sus consecuencias a corto y largo plazo, unas consecuencias que se desencadenan por la falta de una vivienda segura.
Frecuentemente condenadas al ostracismo por sus comunidades, las víctimas sobrevivientes deben batallar por el resto de sus vidas con los daños físicos, los traumas y el estigma que les deja esa violencia.
Ello resulta especialmente penoso debido a que, si no se tratan inmediatamente, algunos daños, tales como el trauma psicológico, pueden ser irreparables, por no hablar de la oscura desesperación que produce la desilusión.
Vientos con una velocidad constante de 150 millas por hora arrasaron la infraestructura socioeconómica del país y desplazaron a la población, dejándola sin hogar y en un estado de trauma sicológico destructivo.