Se crean altares para honrar a los difuntos, con flores y fotos; se decoran las calles, hay comida, bebida, música y la gente sale a las calles a divertirse.
Qué vergüenza, no lo vio ningún oficial, ningún suboficial, hace rato que lo hubieran encerrado, hace tres semanas que estaría en la calle, qué asco, tiene que ser un cadete.