Las Naciones Unidas deben definir claramente el fenómeno del terrorismo, evitando la confusión de lo que se interpreta como una intervención violenta legal.
El informe da testimonio de los considerables logros alcanzados, a pesar que siguen existiendo deficiencias y lagunas que su Gobierno está decidido a colmar.
Los criterios para definir la expresión “conflicto armado” establecidos en el proyecto de artículo 2 son útiles, aunque podrían prestarse a una interpretación subjetiva.
El Japón nuevamente formula un llamamiento a todos los Estados Miembros para que renueven su determinación de hacer realidad un mundo libre de armas nucleares.
También asumió el firme compromiso de satisfacer las aspiraciones del pueblo y construir de forma sistemática una nación moderna y desarrollada en todos sus aspectos.
Es decepcionante que la reciente Cumbre Mundial no haya aprovechado la oportunidad de elaborar una declaración política en la que se definieran los actos de terrorismo.