Las decisiones no las tomarían ni los políticos ni las corporaciones, que no existirían, sino las computadoras de acuerdo con un criterios estrictamente técnicos.
Pero volvió muy pronto, con otra camisa limpia, pálido y apenas sacudido por un temblor recóndito, y resistió muy bien el examen severo de su limpieza.
Pasó de ser una aplicación solo para buscar pareja a poder buscar amigos, amigas e incluso mentores profesionales con reglas muy estrictas contra el acoso.