En la Casa Labra te recomendamos que pruebes las tajadas de bacalao, preparadas con un trozo de bacalao fresco, rebozado y frito, y las croquetas de bacalao.
El supermercado estaba ya cerrado cuando el trabajador, con 16 años en la empresa, se comió una croqueta del carro de los productos que iban a la basura.
Y se puede trasladar a lo demás, la croqueta de la vergüenza, el calamar de la vergüenza, porque nos da mucho apuro, nos sentimos mal cogiendo la última cosa de cada plato.
En su sentencia dice que la croqueta no tenía valor alguno en el mercado porque no se iba a vender y señala que fue un hecho excepcional, puntual y esporádico.