Dunraven prorrumpió en malas palabras e invocó el testimonio del hijo mayor del rector (Allaby, parece, había muerto) y de todos los vecinos de Pentreath.
Que yo sepa, el primero en dar testimonio de la erre uvular en Puerto Rico fue este señor, Navarro Tomás en los años cincuenta y, claro, le llamó un montón de la atención.