El deterioro del entorno macroeconómico, acompañado del trastorno de la actividad económica y los servicios sociales, ha hecho aumentar la pobreza, particularmente en la parte occidental del país.
Nébel, que cortara sus estudios a la muerte de su padre, sabía lo suficiente para prever una rápida catástrofe; el riñon, íntimamente atacado, tenía a veces paros peligrosos que la morfina no hacía sino precipitar.