Y por la noche también es cuando crecemos, cuando se regeneran los tejidos, porque es el momento en el que segregamos mayor cantidad de hormona de crecimiento.
Los bonobos segregan muchísima de esta hormona, hay muchos estudios de los bonobos son número uno en segregar, ya se acuerdan de los bonobos, ¿no es cierto?
Nuestra saliva, sudor y demás secreciones no solo representan una barrera física: la mayoría también contiene enzimas o un pH lo suficientemente ácido para matar a los patógenos.
Luego, las células progenitoras, que pueden desarrollarse en varios tejidos corporales, forman una masa en el sitio de la lesión y los nervios cercanos secretan proteínas que promueven el crecimiento.
Dos horas antes de acostarse es buena hora para dejar de trabajar y alejarse de la luz intensa y de la luz azul ya que estas retrasan la producción de melatonina, la hormona del sueño.