Aunque tal y como se revela en el libro, el encantamiento lo que hace en realidad es provocar unas fuertes cosquillas a su receptor, pero por alguna razón aquí no lo muestran de esa manera.
Es el que hace que se te caiga el macarrón en la camisa, o que pierdas el autobús o ese momento en el que tienes las manos llenas de grasa y te empieza a picar la nariz, ¿no?