Dirigentes empresariales y líderes sindicales fueron convocados para discutir sobre el proyecto que permite reducir la extensión de la carga horaria de los empleados.
Se movilizaron familias, amigos, estudiantes, docentes y no docentes; también hubo dirigentes políticos y los gremialistas coparon el escenario frente a Casa Rosada.
Inicialmente quedaron imputadas treinta y una personas, pero finalmente los acusados fueron ocho dirigentes sindicales en los que se intentó escarmentar a toda la clase trabajadora.