Además, felicitamos a Egipto por facilitar el acuerdo entre Fatah y Hamas que puso fin a varios días de enfrentamientos callejeros entre las fuerzas de seguridad palestinas y facciones rivales.
Era cierto también que había tenido que huir del país por su participación en la resistencia callejera contra el golpe militar, aunque la única razón para seguir viviendo en Ginebra después de tantos años era su pobreza de espíritu.