Evidentemente, nos alegran y alientan el apoyo abrumador y la solidaridad internacional que se ha ofrecido a las víctimas de esa tragedia y esperamos que las familias que viven las penurias vuelvan a la normalidad cuanto antes.
No quiero alargarme más en esto, pues dello se puede colegir que cualquiera parte que se lea de cualquiera historia de caballero andante ha de causar gusto y maravilla a cualquiera que la leyere.
Mientras Aureliano Segundo comía a dentelladas, desbocado por la ansiedad del triunfo, La Elefanta seccionaba la carne con las artes de un cirujano, y la comía sin prisa y hasta con un cierto placer.