Muchos de los apostadores habían pedido un empate porque tenían que irse a trabajar a los muelles, a cargar sacos de azúcar, o a la Havana Coal Company.
Yo apostaré -dijo Sancho- que antes de mucho tiempo no ha de haber bodegón, venta, ni mesón, o tienda de barbero, donde no ande pintada la historia de nuestras hazañas.
Cuentan que allá por el Siglo Diecisiete, el físico, matemático y teólogo francés Blaise Pascal apostó a que podía hacer reventar un barril ¡con un litro de agua!