La aceptación incondicional de mí mismo es aceptarme como un ser humano falible, como un ser humano vulnerable, como un ser humano que lucha por crecer.
El incremento en ese porcentaje ha llamado la atención de los académicos y, sin duda, responde, en parte, a esa necesidad de los individuos de sentirse aceptados.
La posibilidad de que un vasallo tomará bajo su protección a su vez a otros hombres que pasaban a ser sus vasallos estableció una red piramidal de relaciones vasalláticas.
Y es simple, pero creo que demuestra muy bien cuando una persona no puede tener ese amor propio, aceptarse a una misma o tener compasión por una misma.
Pidió que lejos de rechazarlos, los esfuerzos se dirijan a que la migración sea “legal y segura tanto para los que llegan, como para los países que se convertirán en sus nuevos hogares”.
Sara, la prima de Pluto, había aceptado a un muchacho de San Isidro, que, a veces, venía acompañado de uno o dos amigos, y Ana y Laura iban a conversar con ellos.