Las emisiones o absorciones deben presentar una marcada correlación con otros datos indicativos conocidos o más fáciles de obtener (factores indirectos).
Si no se gestiona adecuadamente, las necesidades energéticas para la refrigeración de espacios se triplicarán de aquí a 2050, junto con las emisiones asociadas.
Pero al mismo tiempo, la refrigeración convencional, como el aire acondicionado, es responsable de más del 7% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
La ventana para actuar es muy estrecha: para el 2030 las emisiones de dióxido de carbono se deberían reducir en un 45% y para el año 2050 no debería haber emisiones.
En total, los bosques marinos secuestran unos 310 millones de toneladas de carbono al año, que representa el 3% de las emisiones de carbono por año en el mundo.
África solo representa entre el 2 % y el 3 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, pero sufre de forma desproporcionada los resultados del cambio climático.