El uso de terminología incorrecta o con intencionalidad política en documentos que no trataban realmente con procesos de resolución de conflictos era peligroso y podría tener un impacto negativo en el proceso de negociación.
La volvemos estéril en nombre de lo políticamente correcto y simplemente nos importa más el mayor retorno de inversión o agradar a una mayor audiencia.
Y llegaron las risas los chascarrillos esta vez muy políticamente correctos ni una mención a las guerras y un guión muy repartido con la película dramática para Oppenheimer y su actor Cillian Murphy.