Tenía toda la intención de hacerlo, Diana, pero cuando lo llevaba, imaginaba ser una monja —aunque soy protestante, imaginé que era católica— que vestía el hábito para enterrar en la clausura un corazón destrozado.
A su lado aparece la medalla de la Inmaculada Concepción, un dogma a la cual estaba muy vinculado los Habsburgo y que tanto Isabel como Alberto defendieron durante su reinado en Flandes, frente a los protestantes.