Según el Mando multinacional de transición para la seguridad en el Iraq, más de 150.000 efectivos de las fuerzas de seguridad de los Ministerios del Interior y de Defensa han recibido dotación y capacitación.
Pese a esa percepción del aumento del riesgo, el 77% seguían considerando que no se debía armar a los observadores militares, ni siquiera a los que prestaban sus servicios en misiones establecidas de acuerdo con el Capítulo VII de la Carta.