Esas prácticas están consagradas en las leyes, las costumbres y las tradiciones con arreglo a las cuales la mujer o la niña a menudo pasa a ser propiedad de un familiar masculino y carece prácticamente de autonomía como persona.
Aunque una persona tímida puede sentirse incómoda en una fiesta en la que no conoce a nadie, alguien con ansiedad social evitará por completo los entornos públicos.
Le constaba que Darcy no gustaba a ninguno de los de su casa más que a Jane, e incluso temía que ni su fortuna ni su posición fuesen bastante para contentarles.
Observé que no llevaban armas, con la excepción de uno, que llevaba un palo largo y delgado, que, según Xury era una lanza, que arrojaban desde muy lejos y con muy buena puntería.