Frecuentemente presenciamos cómo se juntan las aguas de crecida de esos afluentes y la formación de otros afluentes, algunas veces seguidos incluso por una crecida del propio río Sava.
Las olas gigantescas del tsunami devastaron las dos terceras partes de la las zonas costeras de nuestra nación insular, dejando en sus estelas muerte y destrucción en un grado desconocido hasta entonces en el mundo.