En Malisevo y Gnjilane las señales viarias rotuladas conforme a la nueva política lingüística fueron rápidamente inutilizadas (pintando encima nombres en serbio).
Los romanos comían sus panes planos con todo tipo de ingredientes encima, especialmente los pobres, porque el pan era barato y lo cubrían con lo que pudieran encontrar.
La segunda dice que en realidad proviene de la mezcla, a base de sangre de vaca, con la que pintaban los edificios para protegerlos del calor y de la humedad.