Algunos testigos hicieron hincapié en la manera en que se realizaban los arrestos, por lo general entre las 2 y las 3 de la mañana, cuando la gente estaba durmiendo.
María miró por encima del hombro, y vio que el autobús estaba ocupado por mujeres de edades inciertas y condiciones distintas, que dormían arropadas con mantas iguales a la suya.