Lo peor es la ropa, siempre hay un montón para lavar, pongo en la lavadora y tiendo la ropa, uno de ese día, afortunadamente hay la plancha, porque lo que menos me gusta.
No me sentía confiada en cómo me veía, como se veía mi pelo y era bien chocante cuando no me podía pasar, por ejemplo, la plancha, el ver que no había nada de rizo.