Los informes indican que los lugares de reasentamiento son en la mayoría de los casos terrenos baldíos, donde los desplazados deben procurarse su propio refugio.
Cruzó el vestíbulo, que seguía desierto a excepción de los agentes de seguridad; también como antes, al pasar junto a ellos, susurraron algo a su radio.
El trueno, sordo, retumbante, interminable, como un bostezo que no acaba del todo, como una enorme carga de piedra que cayera del cenit al pueblo, recorre, largamente, la mañana desierta.
Como siempre ocurría al filo de la media noche, reunimos varias mesas cuando la tractoría empezó a desocuparse, y quedamos juntos los que cantaban, los que hablábamos de cine, y los amigos de todos.